[PRESENTE]
-ALIZÉE-
Me tiemblan las piernas con solo tenerlo frente a mí, y es que mi intención no era volver a verlo, mucho menos tener que trabajar con él. Puedo notar la manera que me mira mientras que Taddeo expone algunos detalles de la muestra, y yo no sé ni siquiera que hacer. Puedo imaginarme que se estará preguntando como es que puedo tener algo con Taddeo, lo veo en su mirada y no lo culpo. Yo no estaba de acuerdo con que él y yo fingiéramos ser pareja, pero tampoco podía venir con mi hijo aquí sin ningún plan de defensa.
Trato de esquivar su mirada centrándome en las cosas que hay sobre la mesa mientras que escucho todo lo que él empieza a decir acerca de los detalles que debemos tener en cuenta, cuando de pronto observo detenidamente su manos que están sobre la mesa y me doy cuenta de esa alianza de matrimonio que lleva puesta. Es en este preciso instante donde siento que el mundo se cae encima de mí, y la tristeza me invade «está casado» me repite mi cabeza una y otra vez.
Las ganas de llorar son insostenibles, tan solo quiero huir de aquí, y sin poder resistirlo, me levanto de la silla —Ya regreso— Consigo decir con mi voz quebrantándose y trato de salir de esta sala de juntas lo más rápido que puedo.
Huyo hacia el baño que esta al final de este pasillo, y me encierro dentro de este agradeciendo al cielo que no sea un baño compartido. Siento que estuve conteniéndome demasiado tiempo en esa sala, no aguantaba más estas ganas de llorar, ahora aquí frente al espejo, dejo sacar todo este dolor que llevaba por dentro. Es ahora cuando me doy cuenta de que él jamás pensó en mí, ni en lo que pudo ser de mi vida después de aquellas noches que pasamos juntos.
Siento que apenas puedo respirar en medio de mi llanto y ni siquiera sé cómo seguir adelante con esta reunión, no creo poder salir de aquí después de darme cuenta de que he significado nada para él, que mi hijo es solo la consecuencia de las ganas que tenía un hombre de estar conmigo, pero no por amor, sino que puro desquite. Mi hijo nunca puede saber que él es su padre, que no significa nada para él… no puedo romperle el corazón de esa manera.
[DENZEL]
Taddeo y yo nos quedamos aquí solos en este gran espacio y sé que para los dos es un tanto incomodo, después de todo él supo lo que paso entre Alizée y yo algunos años atrás —Entonces, tú y ella…— Trato de preguntar, pero no me salen las palabras.
Él sonríe —Así es, estamos juntos y tenemos un hijo— Responde sin rodeos y mi expresión debe ser un poema en estos momentos.
—¿Qué? ¿Hablas en serio?— Indago sin poder ocultar mi sorpresa.
—Si, se llama Ilan— Me cuenta.
—Felicidades, no lo sabía… ¿y cuantos años tiene?— Averiguo y es que no entiendo en qué momento ellos dos empezaron a tener una relación.
Taddeo sonríe —Tres años, es un terremoto— Bromea y me quedo pasmado.
«¿Tres años? Eso quiere decir que después de estar conmigo, ellos empezaron…» Pienso y no sé ni siquiera como estoy pudiendo mantener la compostura.
—La misma edad de mi hijo— Explico y sonrió.
—Si, lo supe por unos amigos en común, ¿Cruz? ¿Cierto?— Inquiere y asiento.
—Si— Respondo mientras que mi cabeza sigue tratando de asimilar que él y Alizée empezaron a tener algo justo después de esos días que ella y yo pasamos juntos.
Él sonríe —¿Y cómo esta Leixa? Hace tiempo no la veo— Me cuestiona.
—Bien, trabajando en proyectos grandes, ya sabes…— Explico.
—Deberíamos ir a cenar los cuatro, ¿Por qué no le dices? ¿Pueden mañana?— Propone y supongo que la idea no está mal, aunque ¿Qué tan incomodo puede ser con Alizée presente?—
Asiento —Si claro, le diré que mañana cenaremos con ustedes—Comento cuando la puerta vuelve a abrirse y allí esta ella quien se ve increíblemente bien con ese vestido color marfil.
—Cariño, que bueno que regresaste, justo hablábamos con Denzel de que iremos a cenar él, su esposa, y nosotros mañana a la noche— Le anuncia y al parecer ella no esperaba algo así, además, tengo la sensación de que para ella también es incómodo estar con nuestras actuales parejas sentados a la misma mesa.
—Deberías haberme consultado, pero está bien, cenaremos los cuatro— Responde fría y sé que debe odiarme por lo que paso, pero tampoco creí necesario darle explicaciones en su momento.
—Perfecto, entonces nos vemos mañana para cenar, y el lunes empezamos con los preparativos de la muestra, ¿sí?— Sugiero y ambos asienten.