[PRESENTE]
-ALIZÉE-
Al día siguiente: 6 de julio
Sigo sin comprender porque Taddeo ha decidido ponerme en una situación tan incomoda como está sabiendo el pasado que me une a Denzel. Me miro al espejo y no puedo comprender que hago vestida de esta manera. Un vestido largo color n***o de tirantes delegados, un escote lo suficientemente atrevido para no ser vulgar, y un peinado recogido tal y como si fuese a una fiesta. Según Taddeo, debo verme elegante y demostrarle al mundo que Alizée Gagnier es una artista en todo el sentido de la palabra.
Termino de abrochar el collar, e inmediatamente me doy la vuelta para ver a Gia —Gracias por haber aceptado venir a Viena, de verdad no podría hacer nada de todo esto si no cuidaras a Ilan— Le comento acercándome a ella.
—No te preocupes Alizée, es mi trabajo, pero, sobre todo, adoro a este pequeño— Me dice mientras que sigue jugando con él y mi hijo ríe.
—Gracias de todas maneras, los veo más tarde— Anuncio y me acerco a mi pequeño para despedirme de él —Se un niño bueno, ¿sí?— Le pido ganándome una sonrisa suya y asiente.
—Chao mami— Se despide.
—Chao hijo— Concluyo y sin más rodeos, salgo de la habitación de esta casa donde nos estamos quedando.
Al llegar al salón, allí veo a Taddeo esperándome de pie y luciendo tal y como si fuera a la ópera. Su traje oscuro clásico y camisa blanca parecen haber sido diseñadas para él, y su sonrisa al verme lo delata —Te ves impresionantemente hermosa— Me halaga cuando ya estoy de pie frente a él.
—Tú también te ves muy bien, aunque sigo enojada contigo, ¿Por qué me has puesto en esta situación tan incomoda? — Le reclamo y solo sonríe levemente.
—Me lo agradecerás algún día, solo recuerda eso— Habla lleno de misterio y no entiendo nada.
—No sé de qué hablas, pero mejor vayámonos antes de que se nos haga tarde— Sugiero y comienzo a caminar hacia la puerta.
[…]
Tal y como era de esperarse, el sitio al que hemos venido es extremadamente elegante. Se dice que, en este restaurante ubicado en el centro de Viena, venían a reunirse grandes políticos y científicos tal como lo era Freud y otros tantos. La arquitectura refleja la historia de este restaurante que fue inaugurado en 1876, y por supuesto, su interior es un viaje en el tiempo.
El camarero amablemente nos lleva hasta nuestra mesa, y allí están ellos. Apenas consigo mirarlos y es que los recuerdos de aquel día que fui a buscar a Denzel vienen a mi mente. A ella la recuerdo claramente, y me pregunto cómo pude ser tan tonta para no darme cuenta de que él estaba con alguien cuando paso todo aquello entre los dos.
—Buenas noches— Saluda Taddeo y la esposa de Denzel pareciera haberse puesto nerviosa.
«¿será que me ha reconocido?» Me pregunto por dentro mientras que saludo y por algún motivo, él no me quita la mirada de encima.
—Buenas noches— Pronuncia finalmente él.
Yo tan solo respondo con un gesto amable y me siento al lado de quien supuestamente es mi pareja para luego comenzar a ver el menú tratando de decidir qué es lo que voy a ordenar —¿Tú eres aquella artista que mi esposo descubrió hace unos años atrás?— Inquiere ella finalmente y debo mirarla.
—Si, yo soy Alizée Gagnier, aquella artista que estuvo aquí hace unos años— Contesto fría y miro a Denzel —Fue una lástima que no haya vuelto a trabajar con tu esposo desde aquel día— Continuo y noto lo incomodo que lo han puesto mis palabras.
—Si, lo recuerdo, viniste a la casa a hablar con él un tiempo después ¿cierto?— Averigua.
—Así es— Afirmo.
—Lo recuerdo bien porque la noche anterior le dije a Denzel que estaba embarazada, ahí mismo decidimos casarnos— Habla y de pronto el sonido de algo cayéndose nos sobresalta a todos.
—Perdón, se me cayó el tenedor— Se disculpa Taddeo.
Denzel lo mira —¿Te sientes bien? Te has puesto pálido— Comenta y él asiente con la cabeza.
—Si, todo en orden— Responde y me mira —Mi amor, ¿Cuándo viniste a hablar con él?— Inquiere.
—Un par de días antes de que yo fuera a Roma y nos conociéramos, ¿lo recuerdas?— Le digo sin entender porque me pone en esta situación.
Él me mira sonriente —¿Cómo olvidarlo? Gracias a Denzel te conocí, y gracias a él ahora tenemos un hijo precioso— Declara y siento como mi corazón se acelera.
«¿Qué rayos está haciendo?»
—¿Tienen un hijo?— Pregunta Denzel y no puedo ni siquiera responder.
—Si, se llama Ilan y tiene la misma edad que tu hijo Cruz— Continua y apenas puedo mantenerme tranquila.
—Disculpen, debo ir al tocador— Miento y casi como si estuviera huyendo, me levanto de la mesa para ir a tratar de tranquilizarme.
«No se supone que esto tendría que haber salido a la luz… no ahora… ¿Por qué lo has hecho Taddeo?» Me pregunto una y otra vez mientras que intentó tranquilizarme, pero es casi imposible, los nervios se apoderan de mí de pies a cabeza y siento que respirar se hace difícil.
—Alizée— Escucho su voz antes de que pueda abrir la puerta para entrar.
—Ahora no Denzel— Declaro y sin importarme su presencia, abro la puerta del baño y me escondo aquí tratando de que los nervios se minimicen.