Capítulo 32

3736 Palabras

A cada paso que daban, Eduardo se quejaba de dolor y ya Martín, sentía que los nervios afectarían de manera permanente su cerebro. Varias veces tuvo que increpar a su atolondrado amigo, antes de que fuesen descubiertos, pero ese rubio era demasiado dramático y el pelinegro no era precisamente un ejemplo de paciencia. —Te juro que si me atrapan, te dejaré aún peor de lo que estás —dijo Martín entre dientes, tratando de calmar el alboroto de Eduardo—. En serio, amigo, eres todo un drama queen. Este lo miró con reproche, convencido de que Martín jamás había sido golpeado como le había pasado a él. Tenía un par de costillas rotas y un brazo enyesado, además de varios moretones.  —¡Y qué quieres que haga, si me duele! —exclamó en voz más alta de lo normal, atrayendo la atención de la gente

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR