Capítulo 38

4270 Palabras

Andrés Osorio tenía un balazo en la pierna, cosa que fue motivo de alivio para sus hijos, quienes habían rogado fervientemente porque la persona herida no fuera Susana. Marco se sentía un poco culpable porque el anciano resultara herido, pero prefería eso a que fuese la castaña, no podía permitirse otro accidente de esos.  Debía detener a Adriano, aunque fuese lo último que hiciera en su vida. —¡Mira lo que has hecho, idiota! —reclamó el castaño menor, apuntando nuevamente en su dirección—. ¡No es que me importe mucho este viejo inmundo, pero pude haberle dado a Susana y eso sí que no te lo hubiera perdonado jamás!  No podía negar que se sentía aterrado de haberle dado a la castaña, lo que hizo que su deseo de venganza mermara un poco más. Era incapaz de provocarle daño alguno, sabía q

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR