Una semana había pasado desde la lectura del testamento, Colette regresaba de sus compras y vio un coche estacionado afuera de la mansión. – Señorita Moreau – dijo un hombre mayor con papeles en la mano y una voz autoritaria – debo informarle que la familia Dupont está considerando impugnar el testamento de Lady Dupont. La permanencia de la herencia en su nombre es objetable. Colette alzó una ceja, fingiendo una expresión de sorpresa – ¿ah, sí? – Usted no es heredera legítima. No posee parentesco sanguíneo con Lady Dupont, lo que establece una causa válida para impugnar la validez del testamento. Además, se podría alegar que hubo falta de capacidad o coacción en el momento de la redacción, lo que invalidaría la disposición testamentaria. Y finalmente, cualquier acción que pueda sugerir

