Cada día que pasaba me enamoraba más de él. Me esperaba a la salida del trabajo siempre que podía con flores, me llenaba de mensajes románticos, me acompañaba a todos lados y nos divertíamos mucho, sobre todo en la cama. Lautaro estaba súper entusiasmado con mi relación y se llevaba excelente con Gastón, tanto que hasta a veces comía el almuerzo con nosotros y no paraban de hablar. Matías también se unía a nosotros de vez en cuando, pero se sentía incómodo y se iba al instante. La empresa cada vez crecía más, Juan nos aumentó el sueldo por el gran trabajo que estábamos haciendo y estaba pensando en mudarme a un lugar más cerca de la casa de Gastón, pero todavía no tenía nada definido. Me notaba más llena de energía, con pilas de sobra al levantarme y de noche no podía ni dormir por es