Estaba con Lautaro en mi casa el domingo a la tarde, Gastón vino para decirme algo importante, pero apenas vio a mi amigo se fue con la excusa de que había olvidado algo y Lautaro alzó una ceja.
—¿Cómo haces para tener tantos bombones detrás tuyo? —cuestionó con expresión divertida y moví la mano para restar importancia.
—Solo son dos, y no están detrás de mí, solo están interesados en acostarse conmigo —suspiré—. Pero no voy a dar el brazo a torcer, no voy a seguir metiéndome con ninguno de ellos. Estoy harta de pensar en hombres y quiero estar sola —me encogí de hombros y él se rio sarcásticamente.
—Eso sí que no te lo creo. Además, es simplemente para divertirse. Matías gana por goleada. Este hombre es bastante tímido, se nota que le gustas, pero no tiene iniciativa.
—Matías está
