Lo siguiente que escribo en el periódico es la redada que la DIA ha hecho contra la mafia en el puerto. Redada en la que estuve presente, pero omití ese detalle porque a nadie le interesa todavía dónde estuve esa madrugada. Brina está molesta conmigo porque debí cubrir la noticia en el momento y tardé un día en poder contactar con ella porque perdí el bolso y con ello mi cartera, las llaves y el móvil. Al verme con un labio roto se alarmó, pero la tranquilicé al decirle que me había caído.
Estoy frente a mi escritorio mirando el cuaderno donde tengo apuntado la mayoría de las cosas. Me sobresalto cuando algo golpea mi escritorio y veo que es mi bolso. Lorenzo se sienta en una silla frente a mí y se apoya en el respaldar, cruzando sus piernas.
— Anda… Mi bolso, ¿dónde estaba?
— Más b
