Como la vez pasada, después de las doce vamos al pueblo a ver los festejos. El show de fuegos artificiales es genial y la gente no deja de bailar al lado de los parlantes enormes que pusieron.
Mi hermano anda por ahí mientras con Rodrigo vamos por nuestra segunda jarra de fernet con coca cola. La estamos pasando genial y la noche no hace más que ir mejorando. Algunas mujeres se acercan a saludar a mi acompañante, pero él me presenta como su novia. ¡Su novia! Estoy que no doy más de la felicidad.
Creo que voy a empezar a creer lo de año nuevo, vida nueva, porque jamás había empezado un año con un hombre y menos con quien me gustara. Después de la tercera bebida y una lata de cerveza, me siento como nueva.
Bailo, canto y beso a Rodrigo de una manera que jamás pensé y él me devuelve todo
