Ethan se sintió desplomar en el lugar en el que estaba mientras sentía como las cosas a su alrededor empezaban a dar vueltas, se sentía mareado, asqueado, y todas las cosas posibles que una persona pudiera sentir, todo parecía gris, de repente nada en lo absoluto era claro, ni siquiera el mismo, ni siquiera Kendall a quien tenia enfrente tratando de adivinar que era lo que le sucedía al chico, su vida comenzaba a parecerle un borrón del que él solo conocía aquellos trozos que había comenzado a limpiar a los largo de los años
Porque no podía ser cierto aquello que Arthur estaba afirmando, él no tenia un hermano, no lo tenia en absoluto, su madre nunca había estado embarazada, y si era de Cristhian con alguien más, entonces para él, era como si no fuera nadie, porque lo que menos quería Ethan en el mundo era tener relación con nada que tuviera que ver con Cristhian, a veces incluso se imaginaba drenando de su cuerpo aquella parte de sangre que llevaba los genes de su padre, deshaciéndose de aquello que durante años no hizo mas que torturarlo y hundirlo
Sus sentimientos eran tan contradictorios justo ahí en esa sala de estar, que no pudo evitar pensar en como seria ese hermano, cuantos años tendría, cual seria el color de sus hijos, pero sobre todo, lo que no dejaba de darle vueltas era el hecho de querer saber como era que se las estaba apañando en la vida, porque Ethan conocía mas que nadie que Cristhian no era la figura paterna ideal para absolutamente nadie, y solo eso hacia que un leve sentimiento de preocupación se instalara en su sistema
Había muchas preguntas que el chico tenia dentro de su cabeza, demasiadas incluso como para poder ser resueltas en ese pequeño instante de tiempo que resultaba tan agridulce, una parte de su cerebro quería tirar el teléfono por la ventana y no escuchar mas a Arthur, pero la otra, un poco mas racional, quería saber toda la verdad, sin importar lo que eso significase, suficiente tiempo había pasado viviendo en la mentira, y el problema era que aunque sus padres se habían llevado muchos secretos a la tumba, también habían dejado unos cuantos por ahí con vida
Y ya le decía algo, que no iba a poder cerrar el ciclo totalmente hasta que atara cada uno de esos cabos sueltos que habían estado jodiendo su vida sin siquiera darse cuenta
Quería pensar en Kendall, en ellos y en lo que mucho que esos secretos podían significar para su relación, pero la verdad era que en lo único en lo que podía pensar su cabeza, era en intentar imaginar como era esa persona que el durante tanto tiempo había anhelado, esa persona que pudo haber evitado que hubiera estado solo, aquella persona a la que él podía rescatar, una por la que él podía hacer lo que durante años había añorado que alguien hiciera por si mismo
-¿Cómo sabes que es de verdad mi hermano?- Musito Ethan a través del teléfono mientras trataba de acallar sus pensamientos alborotados
-Muestras de sangre, coincide con la de tu madre- Afirmo Arthur, no entendiendo el impacto que todo aquel sartal de información generaba en el chico al otro lado de la línea
-¿Y de Cristhian?- Inquirió nervioso
-No Ethan, no sabemos quien es el padre, pero es hijo de tu madre, o lo era por lo menos- Aclaro
-¿Cómo es posible que no lo conozco? ¿Cuántos años tiene? ¿Por qué no recuerdo a mi madre embarazada?
-Tiene 13 años, tu tenías 8 cuando lo tuvo
-¡Esto debe ser una puta broma!- Exclamo llevándose una mano a la cabeza con desesperación- Mi madre nunca estuvo embarazada
-No que tu lo recuerdes, pero la ciencia no mienta Ethan, ese chico es tu hermano
Ethan trato de buscar en su basurero mental aquellas cosas que de algún modo retorcido le dieran la razón a Arthur, pero con lo único que se encontró fue con un hoyo n***o que le decía y que le gritaba que no tenia una noción completa de su vida, que nunca la había tenido, y que quizá había estado tan preocupado siempre en salvarse a si mismo que había dejado cosas importantes fuera del tintero
Pero si es que eso era cierto, ¿Cómo era posible que lo hubiera olvidado? El chico creía que había cosas en la vida de las que no te olvidabas jamás, cosas como el maltrato, cosas como tu madre llorando sobre una cama, cosas como una noche en donde el olor a alcohol inundaba toda la habitación principal, cosas por ejemplo, como un embarazo, no se hacía omisión de ese tipo de cosas así como así
-Esto sigue sin tener sentido para mí- Ethan se sentó sobre el sillón del salón principal, y soltó un bufido cargado de exasperación y sobre todo, frustración, estaba harto de los secretos, de los borrones y las manchas grises, cada vez que creía que avanzaba, cada vez que creía que dejaba todo atrás, entonces algo nuevo aparecía, algo amenazaba nuevamente su vida y la de las personas a las que amaba, y odiada ese sentimiento, ese de estar siempre un paso atrás
Quería proteger a Kendall, a Harry e incluso a Amanda, porque todos ellos, al ser parte de su vida, entonces corrían peligro, y sin embargo nunca lo lograba del todo, incluso aunque no fuera un peligro físico, la amenaza inminente se mantenía ahí, sujetándolos y acobardándolos, y detestaba aquello, detestaba no poder prever cual seria el siguiente paso, lo jodia de maneras inimaginables ese sentimiento de nunca poder tener el control
-Un fulano te esta diciendo que tienes un hermano de 13 años al que no conoces, es obvio- Recalco Arthur
-¿Dónde está él? Quiero decir ¿Cómo sobrevive?
-Hacia parte de la banda de tu padre, pero tras su muerte, se unió a los Vikingos, aun no tenemos datos de como es el físicamente, por eso, en caso de que aceptes nuestra propuesta, debes infiltrarte con ellos y encontrarlo, es solo un niño, y esos hijos de puta lo están usando- Arthur hablo con los dientes apretados, si algo odiaba de todos aquellos casos que había tenido que resolver a lo largo de su vida como agente era, tener que enfrentarse a la mirada maltratada de niños que habían sido utilizados
-Espera ¿Cristhian lo conoció? Pero si no era su padre…- Ethan intentaba resolver el puzle en el que de pronto se había vuelto a convertir su cabeza, sin embargo tal cual a como ya le había sucedido en muchas ocasiones, había una pieza que faltaba, que no encajaba o que incluso él trataba de poner a la fuerza
-Si, lo conoció, pero no estamos seguros de que Cristhian supiera exactamente quien era él
-¿Y cómo se supone que voy a encontrarlo? ¿Cómo demonios voy a saber quién es el correcto? No se si sea un secreto para ti, pero las bandas operan con niños porque no los pueden retener, y supongo que los Vikingos no son la excepción- Ethan volteo los ojos con fastidio
-Por supuesto que lo sé, por eso deberás escarbar en el pasado de cada uno de ellos, averiguar los detalles que conecten absolutamente todo
Ethan sabia a lo que debían enfrentarse cada una de las personas que ingresaban a la banda, él conocía más que nadie todo lo mucho que eso podía acabar a una persona, y solo esperaba que no hubieran roto por completo a ese pequeño niño de 13 años al que él ni siquiera conocía, realmente anhelaba con todas las fuerzas de su alma que aun quedara algo por rescatar y que no se topara únicamente con los escombros de una infancia arrebatada e incompleta
Porque él entendía ese sentimiento, ese de estarse hundiendo sin saber a quien acudir, ese de estar solo y a la deriva en un mundo que no podía ser mas cruel de lo que ya era
-¿Cuál es su nombre?- Inquirió Ethan con nerviosismo
-Se llama Travis- Respondió- Pero por lo que sabemos no se hace llamar por su nombre, usa un seudónimo y es ahí donde se dificulta la búsqueda
-Bien…- El chico suspiro
-¿Y bien, podemos contar contigo?- Tras escuchar la pregunta que le estaban formulando, Ethan miro a su lado y se encontró con una Kendall que tenía el corazón latiendo a una velocidad desenfrenada, la miro a sus ojos que se veían temerosos y entonces supo que aquella respuesta no le iba a gustar en lo absoluto
-Si
-¿A partir de cuándo?- Pregunto Arthur soltando un grito de victoria internamente
-Esta misma noche, envíame la dirección, necesito que me des el resto de detalles- Afirmo mirando fijamente a Kendall
-Bien, te enviare un texto- El hombre al otro lado de la línea colgó, y entonces Ethan entendió que había una guerra que estaba a punto de explotar y a la que él debía enfrentar
-¿Qué ha pasado?- En el momento en que Ethan alejo el teléfono, Kendall no pudo mas que abrazarlo, y rogar para que las noticias que estaba a punto de darle no fueran lo suficiente desagradables como ya suponía
-Tengo un hermano
-¿Qué?- Ella lo miro no dando crédito a lo que estaba oyendo
-Mi madre tuvo un hijo hace trece años, Kendall, no se como es, no se como ha hecho para sobrevivir todo este tiempo, pero hace parte de los Vikingos
-¿Los Vikingos?
-Una banda que ha estado tratando de robar el poder que ostentaba la banda de mi padre, son peligrosos y elf es un niño- Explico
-¿Y qué vas a hacer? ¿Qué va a pasar entonces?
-Me han ofrecido un trato
-Ethan- Kendall soltó un susurro ahogado mientras sentía como prácticamente su corazón se estrujaba, sabía que no le iba a gustar lo que él le iba a decir sabia que iba a suponer algo que no sabía si iban a poder soportar
-Borraran de mi historial todo pasado delictivo, podré atrapar a las personas que me han jodido la vida a mí, y a los que amo, y lo mas importante en este momento, podre salvar a mi hermano
-No eres un superhéroe Ethan, ¿Qué pasa si se dan cuenta de lo que haces? ¿Qué crees que harán contigo?
-te protegerán Kendall, y eso es suficiente aliciente
-No- Ella negó con la cabeza mientras lo miraba con dolor
-Debo hacer esto Kendall, tengo que hacerlo, y no por mí, no por los motivos que crees, tengo que hacerlo por nosotros, no me permitiría que nada malo le sucediera a ninguno de ustedes dos, ¿Me entiendes?- Ethan miro a Kendall a los ojos, y pudo ver en ellos, la profunda pena que la chica estaba sintiendo justo en ese momento, sin embargo no había nada que él pudiera hacer para hacerla sentir mejor, la decisión ya estaba tomada, iba a irse, y ni siquiera ella iba a ser capaz de detenerlo, no cuando era su última oportunidad para saldar el resto de cuentas pendientes en su vida
-Te entiendo, si- A la chica se le quebró la voz tras aceptar eso que tanto quería obviar- Pero no puedo decirte que estoy de acuerdo, Ethan, te entiendo, pero entiéndeme tu a mi- Ella sorbio por la nariz
-Sabes que voy a irme de todas formas, ¿Cierto? - El chico puso su mano sobre la mejilla sonrosada de Kendall, y limpio las lágrimas que caían a borbotones de sus ojos, una de las cosas que más le dolía en la vida, era verla llorar, sobre todo cuando era por su causa, pero en ese momento, el deseo de atrapar a los responsables de todas sus desgracias era mucho mayor que el amor que podía sentir por Kendall
Y eso ya era mucho decir, porque si había alguien importante para Ethan en la vida, esa era Kendall, y era por ella en parte por quien debía aceptar el trato que le habían propuesto, sabía que ninguno de los dos iba a poder descansar hasta que los fantasmas del pasado de Ethan dejaran de rondar por ahí amenazando lo que para él era lo más sagrado, y eso no era lo que Kendall se merecía, ella debía poder andar por las calles sin tener que observar a sus espaldas esperando al próximo atacante, ella debía ser libre, con todo lo que eso significara, y él se lo iba a dar
-¿Pero por qué ahora?- Ella se dejó caer sobre el sillón gris que compartían en su departamento, y entonces comenzó a sollozar, todo aquello le dolía, algo le daba mala espina, algo dentro de su corazón le decía, que como había muchas probabilidades de ganar, eran muchísimas más las de perder, y ella no sabía si iba a ser capaz de soportar perder a Ethan, mucho menos en ese momento cuando todo era tan bueno entre ellos dos
Ya en el pasado había sabido lo que significaba estar separados, y no era algo que quisiera volver a vivir, el destino le había mostrado que su camino estaba ahí, junto a él, con su compañía, con sus brazos rodeándola y con sus manos venerándola, y no estaba dispuesta a perder todo aquello, el precio era muy alto, y ella no estaba segura de querer pagarlo
Volver a estar a la deriva significaba demasiado
-Estamos bien, todo es más que perfecto que nunca, ¿Por qué demonios tienes que arruinarlo justo en este maldito momento? - La chica le grito mientras le propinaba un puñetazo en el pecho a él que se había puesto en cuclillas hasta estar a la altura de ella
-Tu sabes que no esta bien, yo no estoy bien, y tu…-Ethan hizo una pausa, y soltó una bocanada de aire- Tu estas atemorizada
-¡Estoy bien! Y siempre podemos mudarnos a otro continente, el mundo tiene 194 países, tenemos muchas opciones de donde elegir- Le reprocho
-Yo no quiero huir- El chico frunció los labios, y puso sus manos a cada uno de los lados de los muslos de Kendall, que estaba temblando- Nuestra vida esta aquí, tus padres viven a tan solo un par de horas, Amanda está aquí, Harry también, ¿Quieres abandonar todo eso?
-…- Kendall se quedó meditando por unos segundos en la pregunta que Ethan le acababa de hacer, por supuesto que ella no quería dejar toda una vida atrás, pero había algo que para ella era mucho más importante, algo que era más doloroso de abandonar, y ese era él, el amor de su vida- No
-Y por eso es que debo hacerlo- Suspiro- Jamás, óyeme bien Kendall, jamás vamos a poder avanzar sabiendo que ellos nos están pisando los talones, nunca podremos hacer la vida que tanto sueñas para nosotros, si debemos hacerlo huyendo, eso no es lo que quieres, yo mas que nadie lo se
-Ya te hicieron daño una vez, pero ¡Qué digo una vez! - Soltó una risa amarga- Te han hecho añicos mil y una vez, y no solo a ti, si no a todas las personas a tu alrededor también, ¿Quién dice que no van a volver a hacerlo? ¿Quién me asegura que no tendré que volver a ver como una bala atraviesa tu cuerpo?
-Nadie, las cosas pueden o no pasar- El tono en la voz de Ethan cambio, Kendall debía saber que él era lo suficientemente fuerte para soportar cualquier cosa, para no dejarla atrás
Pero lo que él no sabía es que ella no temía precisamente por la valentía de él, si no por la suya en cuestión, la misma que flaqueaba y le mostraba el pasado, la misma que le recordaba a un Ethan en una habitación de hospital, la misma que se le presentaba en pesadillas con el rostro de una mujer que había apretado el gatillo en dirección al chico de los ojos esmeralda que ella tanto amaba
-¡Lo dices como si fuera muy sencillo!- Volvió a gritar- ¡Como si verte al borde de la muerte fuera una cosa de juego Ethan! ¿Sabes lo que tuve que vivir viéndote postrado en una cama mientras todos me susurraban al oído que ibas a morir y que debía estar preparada para ello?
-Lo sé, porque es lo que he estado viviendo los últimos puñeteros meses grabando tu imagen en mi cabeza cada vez que decides salir de casa, pensando en que algo puede pasarte, en que alguien ira por ti en venganza, he vivido con el miedo de no verte más cada segundo de cada día, y no se para ti, pero por lo menos para mi eso no es vida- Espeto
-Nos romperemos, no vamos a saber cómo sobrellevarlo y volveremos a hundirnos…Igual que siempre- La chica miro hacia el suelo, de repente ver los bonitos ojos de Ethan le resultaba un acto demasiado doloroso
-Oye- Él le levanto el mentón, y la obligo a verlo, quería que cada una de las palabras que estaban a punto de salir de su boca se quedaran grabadas en el corazón de la chica, porque si de algo no quería que ella tuviera duda, era de lo que ellos eran cuando estaban juntos- Nada podría ser mas diferente ahora de lo que fue antes, te amo Kendall Gibson, adoro cada parte de ti y nadie va a cambiar eso, se lo que quiero, y es estar contigo, mis sentimientos por ti serán los mismos siempre
-No quiero que te vayas, no quiero que hagas esto- Le imploro
-Todo va a estar bien- Le aseguro poniéndose en pie- Y antes de hacerlo todo mas difícil, creo que me marchare
-¡Ethan!- Exclamo Kendall, un grito que le estaba pidiendo que se inventaran un nuevo mundo si es que ese ya se les estaba volviendo demasiado sofocante, un grito que le estaba desgarrando el alma a Ethan pero al que sin embargo debía ignorar
Había cosas dentro del chico que eran mucho más fuertes que el miedo, cosas que se estaban convirtiendo en incluso más grandes que él mismo, y eran esas las razones por las que Ethan debía aceptar, por las que debía empezar a jugar del lado correcto por primera vez en su vida, para que su madre descansara en paz, y para que ellos pudieran comenzar a vivir su historia como ambos sabían que querían, sin comas, sin puntos suspensivos, tan solo ellos dos escribiéndola sin interrogantes, y sin terceros que pusieran en peligro lo que tanto trabajo les había costado crear
Ethan cerró la puerta de la habitación que compartía con Kendall tras de sí, y entonces puso pestillo, sabía que Kendall no iba a soportar verlo empacar como si nunca fuera a regresar y por tal razón, iba a hacer las cosas tan sencillo como les fuera posible a ambos
El chico tomo una maleta de mano color negra, y entonces comenzó a sacar de su armario algunas de sus pertenencias, un par de camisetas básicas, alguno que otro jean, y fue cuando llego a sus objetos personales que estaban perfectamente ordenados al lado de los de Kendall que se detuvo por un segundo y sopeso mejor lo que estaba haciendo
Sabia que iba a extrañar a esa menuda chica que había dejado sollozando en el salón, sabía que estar lejos de ella suponía un sacrificio demasiado grande que de no ser necesario no tomaría, y aunque la gravedad del asunto no radicaba en lo lejos que iban a estar, si no en lo separados que debían mantenerse, iba a ser difícil, y mas que eso, tortuoso todo aquel cambio que significaba muchas cosas
Solo esperaba que Kendall fuera tan fuerte como había demostrado ser en el pasado, Ethan solo rogaba porque a Kendall no se le atravesara otro destino en el camino, uno menos complicado y más dócil, el chico realmente anhelaba con todas las fuerzas de su alma, que aquella decisión que estaba tomando fuera la mejor para él, y quienes se habían convertido en su familia
-Vas a estar conmigo- Le dijo a una Kendall que no lo oía mientras tomaba una de las batas de dormir de ella, que tenía ese olor tan característico a vainilla impregnado y la guardaba en su maleta, iba a necesitarla, el chico sabía que iba a necesitar aquel olor que le recordara a ella y a porque era que hacia eso
Ethan termino de empacar sus cosas, se puso su chaqueta de cuero negra, tomo las llaves de su motocicleta y salió de la habitación tan fuerte y seguro como siempre, ¡Como si por dentro no estuviera al borde de desmoronarse en muchos pedazos!
-¿Tienes que irte ya?- Inquirió la chica sin siquiera mirarlo
-Si, Ken- Ethan camino hasta donde ella, y allí de pie, se dio cuenta de lo amargo que resultaba todo eso, nuevamente se enfrentaban a una incertidumbre de la que no tenían certeza si iban a poder escapar- Voy a echarte mucho de menos- Aseguro, dándole un casto beso que ella no correspondió
-¿Llamaras?
-Lo intentare
-Bien- Kendall se dio nuevamente la vuelta mientras intentaba acallar sus lágrimas, no quería verlo irse, la imagen de él saliendo por esa puerta era una que ella no quería guardar en su memoria
-Bien- Ethan resoplo
El chico de los ojos esmeralda estaba a punto de cruzar el umbral de la salida, cuando Kendall nuevamente llamo su atención
-¡Prométeme que vas a volver!- Le pidió- Prométeme que voy a volver a verte y que este no es el fin
Ethan sintió como de pronto sus ojos se aguaban ante la imagen que tenía delante de él, y viéndola allí, tan inocente y con tanto miedo, no pudo más que proclamar un juramento que ni siquiera él sabía si iba a ser capaz de cumplir- Lo prometo- Mintió.