Inculpado

1690 Palabras
Finalizando la venda de esclavos de Felgar Rustle emocionado por lo ganado vio a David y pensó sobre el un poco, no lo había vendido porque quería tenerlo para él, un niño como él podría ser de mucha ayuda y con el físico que mostraba podría durar mucho tiempo, sirvientes de ese tipo y calibre eran difíciles de encontrar, además se percató de que David tenía una personalidad bastante dócil, otra razón fue que si quería venderlo en un futuro cuando creciera podría darle más dinero que venderlo ahora como le había dicho su amigo Fermin, el ultimo motivo para quedárselo también fue que con las ventas de ese día se sentía más que satisfecho, y por ello pensó que tener un esclavo de esa calidad era lo mínimo que se merecía por unas ventas excepcionales. Ya se hacía de noche, había sido un día largo y pensó que dormir temprano sería bueno así que se dispuso a alistar todo e ir a su casa, mientras se disponía a eso dijo a sus trabajadores y esclavos que fueran a la plaza y arreglen todo lo que había dejado en el evento. —Esto es todo por hoy, guarden todo lo que este en la plaza y regrésenlo a los almacenes, también cuando terminen diríjanse rápido a los barracones, no quiero que haya ningún problema, peleas, o conflictos, solo vayan a descansar, hoy fue un día fructífero y como me siento generoso van a recibir una buena cena, ah, y tu pequeño David, ven conmigo —dice Rustle con buen ánimo a todos. David lo siguió junto con varios de sus trabajadores sin decir ninguna palabra, fueron despacio hacia la ciudad, allí entraron en una casa de gran tamaño, la morada de Rustle.   Un poco antes de llegar a la casa de Rustle, David cavilaba por el camino de tierra de la ciudad, pensando se dio cuenta que se había quedado solo, esto hizo que él se sintiera desolado, el abandono era un tema delicado para él porqué fue abandonado de bebe, y aunque creía que los padres que lo adoptaron eran los mejores del mundo, de todas formas se sentía abrumado cada vez que se separaban, recordó esto y tuvo ganas de llorar otra vez, pero las palabras de Alex le habían dado el suficiente valor para mantenerse firme y sobre llevar la situación. El pasaba por todo esto mientras Rustle iba muy feliz a su residencia, la casa de Rustle que se encontraba en la zona residencial de Felgar, la realidad es que la diferencia entre la zona residencial de esa ciudad y la zona común era tan solo que había construcciones de madera más grandes, pero aparte de eso las calles de tierra, la basura, y el olor seguían siendo los mismos, pero David no se percató de nada de esto por su tristeza. Al llegar a la casa de Rustle David vio con detenimiento el lugar, parecía un solar, un patio de tierra grande con algunas masetas decorativas y odres de agua puestas en las paredes, había muchas personas yendo y viniendo, unos cuantos guardias estaban en la esquina tomando de unos odres, pero el líquido era rojizo así que David dedujo que era vino, las ropas de la mayoría eran simples, solo algunos tenían ropas más elaboradas con bordados o adornos, David pudo percatarse de como actuaba la mayoría, de forma servil y callada, esto le debió bastar para percatarse de que la mayoría eran esclavos, pero David era distraído así que solo pensó que el grupo de personas que hacían eso era trabajadores más amables, más haya de eso David solo se quedó mirando lo que pasaba sin hacer nada más.   Rustle mando a sus trabajadores que se dispersen y llevo a David a su oficina, fueron con paso lento y firme, sin prisa, Rustle ni miraba que David lo seguía él lo presuponía y estaba en lo correcto. Rustle entro a su oficina ubicada en la segunda planta de su casa de lo más normal, era una oficina simple con varias telas adornando las paredes y el suelo, un mostrador, unos cajones al lado, y varias estanterías, se extrañó un poco al ver comida puesta en su mostrador pero lo dejo estar. Ahí dentro hablo con bastante calma a David. —Desde mañana vas a estar junto a mi aprendiendo que tienes que hacer, también me dirás todos los conocimientos y habilidades que sepas, no te preocupes si no sabes mucho yo te voy a enseñar tus deberes y luego vas a tener que hacerlos ¿queda cla… —pero antes de que Rustle terminara la frase, detrás de él apareció de improviso Flavio, un esclavo moreno de ojos achinados, alto, y algo subido de peso, ataco a Rustle desde la espalda llegando con mucha rapidez, pero le clavó el cuchillo en la parte delantera metiendo su brazo sobre su hombro y bajando hasta su pecho a gran velocidad, lo hizo lo más cerca del corazón de su víctima repitiendo el proceso con violencia, Flavio saco una macabra sonrisa mientras cometía el cruel acto. Todo esto era la culminación del plan que Flavio había estado elaborando desde hacía años, el odiaba a Rustle por haber vendido a su hermana a un hombre que al final la asesino, pero a pesar del odio que le tenia se hizo su mejor esclavo, el más fiel, el más trabajador, todo para acercarse a él, esto tomo mucho tiempo ya que Rustle era muy desconfiado, solo dejaba a unos pocos esclavos selectos acercarse a él, pero Flavio logro hacerlo, cuando llego a una posición de mucha confianza espero que comprara o adquiriera un nuevo esclavo, ya que era el único momento en el que él se quedaba solo porque tenía la costumbre de hablar con el esclavo que adquiría el mismo, pero esto tomo más tiempo del esperado ya que hace mucho no compraba esclavos para él, o los vendía rápido, o los dejaba en las barracas para venderlos después, cuando Flavio vio a este nuevo esclavo supo por lo que escucho de Fermin que se quedaría, se escondió en la oficina de Rustle en un lugar que él había preparado desde hacía tiempo entre las estanterías, luego de esperar un largo periodo de tiempo, Rustle y David entraron a la oficina, Flavio se acercó con rapidez y sumo sigilo e hizo lo anteriormente mencionado, clavo el cuchillo en la dirección por donde el nuevo esclavo le hubiera clavado, hasta antes de ocultarse en la oficina de Rustle hablo con dos cómplices para que confirmaran que Rustle le había pedido que le llevara la comida a su cuarto y que ellos vieron que le llevaba la comida, los demás podrían testificar que era el mejor y más fiel esclavo de Rustle, Flavio se salvaría, pero David seria el chivo expiatorio que tendría una peor suerte, una muchísimo peor.   David grito al ver la escena y bañarse de sangre, los guardias que estaban abajo descansando subieron a toda velocidad, Flavio reacciona yendo a una esquina a llorar, David se quedó inmóvil por la impresión de lo acontecido, cuando los guardias llegan ven la escena, observan a Flavio llorando y a David parado con sangre en el cuerpo. Después de llevarse a David y a Flavio a las celdas, hablar con esclavos y trabajadores, los guardias determinaron que la culpa fue de David. —Pe… pero yo… no hice nada, se los juro, fue el —dijo David señalando a Flavio entre lágrimas mientras estos se lo llevaban a los oficiales de Felgar, nadie creyó a David ya que todos desconfiaban del nuevo y no del mejor esclavo. Los guardias contratados por Rustle se habían llevado a David a los oficiales del Reino Trunkmal con algo de molestia, a pesar de que pensaban que él había cometido el asesinato seguía siendo un niño y el castigo que le esperaba o era la muerte o algo peor, aun así no mostraron lo que pensaban y lo entregaron sin más. Después de que los oficiales hicieran sus propias indagaciones con todos los trabajadores de Rustle, estos acusaron a David de asesinar a su amo, los oficiales lo tomaron de sus celdas y lo llevaron a la oficina del capitán de sus fuerzas, allí hablaron. —Como yo lo veo solo tienes dos opciones muchacho, la ley es clara, o mueres en la plaza, o vas a las minas Quenra —le dice el capitán a David con ojos fríos y distantes, había conocido a muchos asesinos y sabía que David no lo era, el problema era que todo indicaba lo contrario, aunque el capitán sentía eso estaba atado de manos, viendo esto pensó en las minas Quenra, era un lugar terrible, muchos hubieran preferido morir a ir a esas minas, la gran mayoría veía ese lugar como si fuera el infierno en la tierra para los esclavos, pero esto David no lo sabía y el capitán se percató de ello, así que solo espero a que dijera algo que propiciara mandarlo a ese lugar, ya que no quería cargar con la culpa de matar a alguien que él creía inocente. —«Pero yo no lo hice» no quiero morir —dice David apretando los puños a punto de llorar, pensaba que la suerte le había abandonado, un día estaba en su casa tan tranquilo, con sus padres y hermanos adoptivos mimándolo, al siguiente se encontraba en otro tiempo, en un lugar agreste, siendo esclavo, y para colmo siendo culpado por algo que no hizo, pero las palabras de Alex retumbaban en el “se fuerte, al final nadie te va a ayudar, tú te tienes que valer por ti mismo”, y aguanto el llanto. —Entonces no morirás niño, vas a las minas, tomen al chico y llévenlo al transporte de esclavos, seguro saldrá pronto «Sobrevive niño, aun en las peores condiciones se puede salir adelante, no mueras»—decía el capitán de los oficiales de Trunkmal con algo de lastima por David, con ese sentimiento en su pecho el capitán vio cómo se llevaban a un niño inculpado injustamente.   
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