ABEL
Me di cuenta de lo que hice de camino a la asamblea, por ello busco las palabras correctas para disculparme con ella por eso.
—¡Aun lado viejo!
Ignoro lo que escucho a lejos hasta que siento el dolor en mis bolas, caigo en una rodilla retorciéndome de dolor.
—¡Engendro… del diablo! —digo con rabia algo audible —¡Moco…so!
El mocoso gira sobre sus talones y me saca la lengua y se larga.
“Enserio… que no puede pasarme otra cosa peor.”
—¡Micaela obedece!
—¡Fuera de mi camino!..
Una niña con aires de diva me empuja cuando viene corriendo hacia a mi y ambos caemos sentado en el suelo pero yo, tenía jugo a un costado de mi camisa blanca. Miro a la niña quien se encuentra con la boca abierta.
—¡¡Mamí!!...
Se levantó llorando y corrió hacia la mujer que termino tropezando conmigo al ponerme de pie.
—El diablo me vio horrible.
—¡¿El diablo?!. A quien llamas diablo mocosa…
La mujer se disculpa. Lleno de coraje me alejo de ellas maldiciendo por dentro y cuando me dispongo por buscar un baño para limpiar mi camisa, nuevamente veo a Reyes junto a su hija y a Violet.
Enserio que no puedo olvidar lo que los reyes me hicieron aquella vez y aunque ya ha pasado mucho tiempo, yo, aun no puedo olvidar y todo por culpa de una tonta puberta de apenas 17 años que quería a toda costa que me acostara con ella, incluso me di cuenta que no estaba ebria tal y como lo fingía ella.
Según mi abogado, investigó que antes hubo un problema con ella porque perdió su virginidad con otro chico de su misma edad de una familia más rica que ella, pero ellos no quisieron obligar a su hijo a contraer matrimonio con ella por su reputación de ser tan descarada y libertina con los hombres.
De alguna forma esa chica queria ponerme la soga al cuello cuando estaba por cumplir los 18 al siguiente día desde ese supuesto encuentro, sus padres incluyendo su hermano querían obligarme a “responder por su adorada hija al haberme acostado con ella, cosa que jamás pasó por cierto gracias a la oportuna llamada de mi abogado quien me vio subir con ella a una suit favorita”
Ella me habia jurado que tenia 18, incluso portaba una identificación que decía que lo era, y por poco casi meto la pata ese día. Claro, su madre al ver que no me casaría con ella puso una demanda en mi contra por supuesta violación a su hija que era “virgen” y claro que le dije que le seguí el juego pero la mujer no esperaba que yo obtuviera mas ventajas que ella y terminaron pagándome a mi por daños y prejuicios por falsos testimonios en mi contra.
Desde entonces no he sabido nada de ellos, no, hasta ahora.
—Si te cuento todo lo que pasó, entenderías que no puedo dejarlo pasar como algo del pasado.
—Claro. —murmura con sarcasmo.
Ahí estaba esa sonrisa falsa y forzosa que odio de ella. Cuando está conmigo y le fastidia estarlo, lo demuestra con esa sonrisa que odio tanto.
Quería acercarme a ella, pero me ignora cuando le hablo. Ah pero ella, la señora indignada en cambio le presta más atención a la esposa de Reyes en toda la hora que estuvimos en la academia.
—Esto es un fastidio enserio.
Cuando estaba por terminar todo, hicieron un anuncio sobre la participación de los padres en los juegos olímpicos infantiles de la academia que se organiza cada año. Eso me hizo recordar mis días, yo jamás me presenté a uno porque mi padre siempre estaba trabajando y nunca tuvo tiempo y claro que mi madre no es de ese tipo de mujeres que participaría en esos juegos.
—Nos veremos el 20 mayo señores.
Nos levantamos para retirarnos así que la tomé de la mano para poder detenerla y así hablar con ella a solas, pero Violet la llama y se suelta de mi agarre, frunciendo el ceño la observo y veo que me mira de la misma forma que lo hacia antes, con desprecio.
—Sé que un lo siento no será suficiente por lo que pasó en el pasado —la voz de la esposa de reyes me asusta —Pero entienda, es su única hermana menor y pensar que ella… en fin. No tiene caso hablar del pasado, en verdad queremos tener una relación amistosa con ustedes por nuestra hija Vanessa así que le diré la razón del porque su esposa esta enfadada. —por favor, como podrá saberlo ella que apenas la acaba de conocer. —A veces los celos pueden cegarnos y hacernos pensar lo peor con nuestras parejas. —sigo sin entender y ella señala el cuello de mi casa. —Tiene la marca de labial en su cuello.
Cuando se aleja saco de inmediato mi celular e intento verme con la cámara frontal.
“¿Qué? ¿Pero cuando?”
Recuerdo que cuando venía de camino aquí, esa mujer se tropezó después de que su hija me echara encima el jugo que traía en su mano y cayó sobre mi accidentalmente, seguramente fue ahí que sus labios rozaron el cuello de mi camisa.
“¿Celos?, no, es imposible que ella sienta celos… ¿o si?”
Me acerqué a ellas y le pedí a Violte que nos diera cinco minutos a solas, cuando ella se fue ella intento huir, pero no se lo permití.
—No me digas que estas molesta conmigo por esto —señalo mi cuello y ella me ignora y hace un gesto de repulsión que me dejó sorprendido —Me conoces bien y sabes que para estar con alguien necesitaría mas que diez minutos lejos de ti ¿no crees?.
—Puedes hacer lo que quieras, total este matrimonio pronto se acabará ¿no?
—¡Pero que demonios sucede contigo! —dije molesto —¡Ambos sabemos que no es así, sabes todo lo que tuve que hacer para estar contigo y me sales con esto ahora!. Una mujer chocó conmigo antes de llegar aquí y asi terminé con esta marca en mi cuello.
—Aja.
—¿Cómo que aja? —repito molesto.
—Tú puedes hacer lo que sea para acostarte con la primera zorra que te abra las piernas a la primera oportunidad.
“Enserio que eso si me dolió, ¿tan así cree que soy?”
—Oye, ¿me estas diciendo que un maldito gigoló?
—Tú lo has dicho. —responde con arrogancia.
—¡Per que de!...
—Disculpen… —una mujer nos interrumpe, estaba acompañada —Yo… creo que debo aclarar esto.
—¿Eh? —dijimos ambos al mismo tiempo confundido.
—Bueno señora Vlarios…
Cuando empieza hablar su cara vuelve a mi mente recordándola. A ella y a su hija perfectamente quien por cierto me llamó diablo.
Ella se disculpa con nosotros varias veces antes de irse. Vuelvo mis ojos hacia a ella y me cruzo de brazos con una sonrisa victoriosa porque ella se equivocó y no yo. Pude ver que se ruborizó por completo.
—B–Bueno… —dice tartamudeando —¡Es tu culpa porque así te conocí yo, así que no tengo porque disculparme por creer que me estabas poniendo los cuernos!
—¿Eh?
—Así que no esperes una disculpa porque no tengo porque hacerlo. Yo vi una marca de labial y claro que tengo el derecho de molestarme.
—Oye, tienes que hacerlo.
—Jamás.
Abro mi boca sin creerlo. Le exijo que vuelva para hablar.
—Victoria. Ven aquí que aun no hemos terminado de hablar.
—Vitolia ven aquí que no he teminado de hablal…
—¡Mujer, de remedarme de esa forma burlesca!
—Va… deja de bulate de esa foma..
Busco las palabras para ponerla en su lugar pero solo me quedo con la boca abierta viendo a todos lados tartamudeando y para cuando la busqué con mis ojos, ya se había largado
“¡Que diablos le pasa a esta mujer!, es enserio que sigue echándome la culpa de mi desgracia”
Al final no se solucionó nada. Y lo único que descubrí de ella es que siempre tiene la razón haciéndome ver que esta mujer es terca y claro que me no se disculpara por sospechar de mi y si lo pienso bien… en cierta parte, ella me conoció así, cada que tenia mi oportunidad me acostaba con la primera que me fascinara para el momento así que es algo normal que pensara que estaba con otra porque es la imagen que ella tiene de mi ya que trabajó para mí por muchos años.
“¡Demonios, acabo de darle la razón a ella! ¡¿Qué demonios me pasa?!”