CAPITULO 37

1427 Palabras
Mantuve mi mente ocupada el resto de la mañana para pensar en ese idiota, darle mas vueltas al asunto me desconcentraría, nunca necesité de un hombre desde que me fui de casa, me las arreglé para salir adelante sola, asi que ahora que tengo la oportunidad de ahorrar el dinero que no puedo gastar, lo haría. “Espero que la pases genial, bastardo” Observo que Carter se pone de pie pero ignoro lo que hará, si quiere irse, que se vaya, es mejor para mi, prefiero trabajar sola que en compañía. —Victoria, no piensas apresurarte. —¿Para que? —murmuro sin dejar de revisar los contratos que deben estar impecables para cuando llegue el energúmeno. —Hoy es el evento de nuestros hijo, ¿lo olvidas? Cierro mis ojos maldiciendo por dentro porque lo habia olvidado. Me levanto y tomo mis cosas, Carter, es caballeroso y siempre me deja ir primero. Al llegar a la academia me encuentro con los Reyes. Ambos se encuentran presentes. —Señora Vlarios. —notan la presencia de Carter —Supongo que debes ser Carter Vlarios. Ambos se saludan estrechando su mano. —¿Y donde esta Abel? —pregunta al no verlo —Él tuvo que viajar por unos asuntos de trabajo. —¿Trabajo? —cuestiona confundido y asiento moviendo mi cabeza —Vaya, supongo que la ambición es algo que no desaparece en los Vlarios aunque tengas hijos. —Era importante. —justifico —Yo también iba a viajar, estaba por subirme al avión cuando mi nena me llamó llorando porque no estaría aquí y claro, si mi princesa me llama llorando, acudiré a ella sin importar nada porque ella esta sobre todo trabajo. “Y tiene razón, es su sangre, su hija. En cambio Violet no es parte de su familia” —¿Mamá? —veo a mi hija acercarse con la hija de los Reyes. —¿Qué haces aquí? ¿Creí que estarías trabajando? —Bueno, Carter… tu tio me recordó de este día, lamento olvidarlo cariño. —Tío. —dice ella saludando a Carter. —Mamá, no te preocupes, no era necesario, de todas formas iba a irme a casa cuando todo empezara. —¿Y si yo tomo el lugar de Abel?... —No puedes, según las reglas, es entre padre e hijo. —puedo sentir que no esta feliz y que se contiene por no llorar. —Tio carter, Benjamin esta con la tia lorie buscándote porque el evento comenzara en cinco minutos. Carter se retira para ir con su hijo. —Amiga, lamento que tú padre no pueda estar. —Si. —le sonríe —Sera mejor que te vayas con tu papá o si no no podrás ganar. Al final, todos se fueron y yo me quedé a solas con mi hija. —Mamá, ire por mi mochila. —Violet, estas molesta, ¿verdad?. —Mamí —me regala una sonrisa —Porque habría de estarlo, él no es mi verdadero padre, no era su obligación estar aquí. Mamí, y si… ¿me llevas a comer un helado de fresa en el parque? “Si esta molesta pero también triste” No queria incomodarla asi que le dije que la esperaría, ella entro al enorme edificio para ir por sus cosas. Pasaron diez minutos que se fue, iba a ir por ella cuando escucho que un auto se estaciona detrás de mi. Volteo y me quedo desconcertada cuando veo a Abel salir del auto. Estaba atónita porque no daba crédito a lo que mis ojos están viendo. —Espero no llegar tarde. —dijo con dificultad. Lo observo sin creer que fuera él asi que peñisqué sus mejillas y el se queja molesto —¡Auch!, oye, ¿Por qué hiciste eso?. —Estas aquí. “¿Pero como es que esta aquí?, tuvo que haber salido en la noche para poder estar aquí” Imposible. Anoche estaba con una mujer. —Violet. Cuando dice su nombre volteo y veo a mi hija de pie. Abel se acerca a ella y le dice que esta listo. Mi corazón se hace pequeño cuando veo sus ojos cristalizarse. Un nudo se formó en mi garganta al ver que iba a llorar. —¿Por qué estas aquí? —pregunta ella con dificultad —¿Cómo que porque? Es el día de padre e hijo, ¿no? ¿o acaso no es hoy? Cuando Abel me mira mi hija rompe en llanto dejándome sin palabras. Abel se asusta y le pide que no llore pero ella llora mas fuerte diciéndole que no debia estar aquí. No tuve el valor de decirle algo porque jamás en mi vida habia visto esa parte de mi hija tan frágil. Jamás imeginé que la presencia de un padre le afectaría a estas alturas. —Oye!... —limpia sus lagrimas. —No debes llorar, claro que no te fallaría. Él la abraza y la carga en sus brazos. Mi hija solloza cuando le pide que no llore. Le pregunta si esta lista para seguir siendo la numero uno y ella asiente moviendo su cabeza mientras trata de controlar su llanto. Los sigo detrás y me detengo al verla feliz con su llegada. Me desvio y entro a uno de los baños. No pude soportarlo mas y comencé a llorar en silencio. Me partió el alma ver a mi hija tan frágil porque pensó que seria la única que no participaría con un hombre que ni siquiera es su padre pero se comporta como si en verdad lo fuera. Crei que no necesitarías a un hombre en nuestras vidas, ahora que vi a mi hija en ese estado me di cuenta que ella necesita esa figura paternal. Lo que él hizo por estar aquí fue algo que jamás pensé que Abel haría. Limpio mi rostro de cualquier rastro de lagrima y me dirijo hacia donde se encontraban los demás, los gritos me indican que voy por el camino correcto. Veo a la señora Reyes, me acerco a ella y me sonríe mientras me dice que ellos llegaron a tiempo. —Mira, ahí están. Puedo verlos desde mi lugar con claridad, sus pies están atados de una cuerda que los une, se preparan, están junto a Wendoly y su padre el señor Reyes. Grabo todo con mi celular cuando comienzan a correr, sin querer grito emocionada que continúen asi, ellos están perfectamente sincronizados al correr. Van rivalizando a los reyes y Carter al dejar a los demás atrás. La hermana de Abel maldice al ver que se quedaron atrás su esposo e hijo. —Vamos, Vamos…. —la ansiedad se apodera de mi cuando veo que carter se cayó porque su hijo se tropezó. Solo eran ellos cuatro, los reyes contra Abel y mi hija. —¡¡Sii!!... ¡¡Eso!!. —¡Y los ganadores de la primera ronda es de Violet y su padre Abel Vlarios! La felicidad de mi hija es enorme, ella salta llena de felicidad, Abel la carga en sus hombros alzando sus brazos en señal de victoria. Mi mente formula una sola pregunta. ¿Cómo es que no vi esa faceta de él antes? Él odia los niños, pero hasta ahora, ha demostrado que seria un grandioso padre. —Tu esposo es el padre del año. —me dice la señora Reyes. —Volver tan pronto aquí para estar con su hija y encima esforzarse para ganar pese a estar exhausto por el largo viaje, sin duda alguna se lleva el merito al mejor padre del año. —Si. —murmuro sonriendo felizmente —Es el mejor. —Anda, hay que llevarles agua. El evento transcurría, el segundo lo ganó Wendoly, el tercero Carter, pero al final quien gano los restantes, fueron ellos llevándose la copa a casa. Lo observé en silencio el resto del día esperando a que dieras señal de no poder mas pero, jamás lo hizo. Incluso ahora, se ve tranquilo como si no estuviera exhausto. Ellos iban muy emocionados hablando del éxito que tuvieron asi que cerré mis ojos para que disfrutaran su éxito. —Señora, hemos llegado. Me despierto cuando el chofer me habla. —Abel… —bostezo esperando una respuesta de su parte —Abel ya llegamo… Al verlo me quede en silencio. Él estaba abrazando a mi hija y ambos están plácidamente dormidos. Ladeo una sonrisa porque al final, si estaba exhausto si sacó fuerzas fuera de sus limites para estar con ella, tengo que admitirlo, es algo que le agradeceré por siempre.
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