—¿Eso quiere, señor D'angelo? —preguntó ella separándose para observarle detenidamente, buscando alguna muestra de duda, pero no encontró nada más que seguridad y deseo en aquellos ojos que se habían oscurecidos un poco.
—Si, eso quiero —contestó él tomándola por su mandíbula para atraerla hacia su boca y fundirse en otro apasionado beso.
—La pregunta aquí es si tú quieres.
Ella sonrió contra sus labios y dejó otro pequeño beso sobre ellos.
—Si, quiero con usted esta noche. Deseo hacer todo tipo de posiciones —río cuando terminó de decir aquello.
Cuando ella estaba en estado de ebriedad soltaba cualquier tipo de comentarios respecto a lo s****l pero cuando estaba en sus cinco sentidos jamás mencionaba algo así con un total desconocido. Irina era muy reservada en cuanto a su vida s**
