Después de haber eliminado toda prueba que lo delatara contra sus enemigos se retiraron del lugar, pero no sin antes dejar a un vigilante para que le comunicara todos los movimientos que ahí se llevaban a cabo. Pasó sus mano repetidas veces por su rostro, no quería hablar aquella puerta de su apartamento, sabía que en su interior lo esperaba Bianca. No podía negar que disfrutaba de ella pero su presencia en su casa le incomodaba demasiado. No estaba acostumbrado a aquel estilo de vida. Abrió la puerta y entró lanzando las llaves en una mesa que se encontraba al lado de la puesta. Sin molestarse a buscarla con la mirada fue directamente a su mini bar donde se preparó un trago. Se bebió de golpe la bebida, no tardó mucho en servirse otro. Se quitó su saco y aflojó su corbata. Mientra