Luego de haber pasado aquel día juntos su relación empezó a cambiar un poco, subiendo de grado la confianza al punto de bromear y reír de cualquier tontería. Irina se sentía totalmente extasiada con él, durante los últimos cuatro días se habían mantenido muy cerca, almorzaban y cenaban juntos, compartían opiniones respecto al trabajo, el cual iba prosperando bastante bien. Era viernes por la mañana y ese día él había quedado de recogerla, ese día irían a Nizhny Nóvgorod en busca de unos potenciales clientes. Estaba un poco emocionada por pasar más tiempo a su lado, una sonrisa adornaba su rostro desde que se levantó y se ensañó más al recibir un mensaje suyo Damián: Buenos días, mami. ¿Estas lista? Se reprendió a sí misma por la reacción ante un simple mensaje, se abstuvo de contest