Juntos entraron al hotel, uno de los recepcionistas los recibieron con cordialidad y los guiaron hasta la sala donde los esperaban el señor Smirnov. Este al verlos llegar se levantó de su silla para saludarlos de cerca, la mirada del ruso estaba puesta únicamente en Irina, no disimuló a la hora de observarla de pies a cabeza, se acercó con mucha confianza para besarle la mejilla, el beso se lo dio muy cerca de la boca, incomodándola y haciendo embravecer a Damián. —Estas tan hermosa, Irina. Tenía tanto de no verte —dijo él dejándole en claro al italiano que ya se conocían. —Solo fueron meses, Yuri Le dio otra mirada a su cuerpo relamiéndose los labios al detenerse en su escote. —Te presento al señor D'angelo, es el otro socio de la constructora. El rostro de Damián estaba comple