Después de una larga noche de sexo los dos amantes se quedaron dormidos totalmente agotados y satisfechos, ambos eran unos expertos en cuanto al sexo, durante su vida habían sabido disfrutar de su intimidad y no se limitaban a ello. Eran como dos almas perdidas que después de tanto al fin encontraban el camino, se acoplaban puesto que los dos tenían los mismos deseos, disfrutar hasta que su cuerpo se cansara de ello, pero sin ataduras y sin involucrar los sentimientos, pues decían que no había cabida para ellos en su vida. Y cuando dos personas concuerdan en deseos y opiniones, de alguna manera se creaba esa conexión invisible e inexplicable que solo ocasionaba que cada uno sintiera fascinación por el otro. Y eso era peligroso, puesto que ellos no sabían a qué le huían, decían no quere