Se mordió el labio inferior al contemplar aquella esbelta mujer servir la comida, se veía tan sexi con el cabello revuelto y vistiendo únicamente uñas diminutas bragas y su sostén. —Una foto dura más —bromeó habiéndolo reír, aquella acción le causó escalofríos, su ronca risa le gustaba y le parecía fascinante escucharla seguido. —Tienes razón —contestó sacando su móvil, ella se detuvo y volteó a verlo con una sonrisa a la cámara. —Ojalá te sirva para cuando no me tengas cerca —No, porque te iría a buscar a dónde sea que estés solo para follarte ese culo —dijo él acercándose a ella para posar sus manos en su trasero y dejar húmedos besos en su cuello y clavícula. —¿Tanto te gusta? —preguntó moviendo su culo y restregándolo contra su bragueta —Me fascina su manera de moverse sobr