La jornada de trabajo estaba por terminar, él se encontraba un poco ansioso porque llegara la noche, necesitaba tener a esa pelirroja en su apartamento. Firmó unos documentos antes de salir de su oficina y pasar por la de ella, abrió sin tocar, estaba con el ceño fruncido mirando su laptop, su cabello ligeramente revuelto y sus lentes cuadrados hacía que se viera sexi en los ojos de Damián. —¿Aún no te vas? —preguntó llamando su atención, ella levantó su mirada y le sonrió. —En un momento lo haré, sólo tengo que terminar algo aquí —señaló su computador —Sólo le recuerdo señorita Korsakova que tiene una cita pendiente —dijo guiñándole un ojo Ella rió suavemente —Yo no olvido ese tipo de eventos, señor D'angelo, sólo terminaré esto y pasaré por mi casa antes de ir a la suya Él r