POV. Raphael. Veo con frustración cómo Keira sale del baño hecha una furia. Y aunque me joda aceptarlo, esta vez tiene razón de estarlo. Yo mismo estoy cabreado por lo que acaba de suceder. Ayer fue muy difícil para Keira y debo admitir que para mí también. Me sorprendí al ver que guardaba en esa caja de seguridad, y volví a sentirme como en esa época. Cuando Keira tuvo los dos abortos, me olvidé de mí, dejé a un lado mi propio dolor e intenté ser el apoyo que mi esposa necesitaba. Pero no sirvió de nada porque, cuando ocurrió la segunda pérdida, terminé de perder a la Keira que conocí, ella se alejó y cada día la brecha que nos dividía se hacía más grande. «Sí, no me casé enamorado, pero el tiempo me hizo querer su compañía, apreciar a la persona que era, además de desearla siempre». Aho