Aquellas palabras dejaron en profundo shock a Candy. No podía creer lo que estaba escuchando, ¿Violette Miller? Cómo no pudo notarlo antes, aquella mujer era ¡Su hermana! De la que siempre se había burlado y de la que no sabía nada desde hace cinco años.
Pero era comprensible el hecho de que no la reconociese, por mucho que le costase admitir estaba hermosa no se parecía ni un poco a la que ella recuerda como su hermana. Y ¡Dios mío! Ella no le diría tal barbaridad a sus padres, jamás se enterarían por su boca que aquella exitosa mujer era su hija, aquella a la que repudiaron. Eso le quitaría su lugar como la favorita de la familia.
Al ser ella una reconocida modelo y de las mejor pagadas la hacía la en envidia de sus primas y más por el hecho de andar con un guapo y millonario empresari
