Narra Violette Regresé sola al hotel, decidí hacerle espacio a mi hermano para que conociese mejor a su hija y pasara un rato a solas con ella, su primera charla de padre e hija. Me alegraba enormemente ver ese brillo en sus ojos que reflejaban la alegría de su alma. El viaje se alargaría unos días más, mientras mi hermano se encargaba de registrar a la pequeña con su apellido. También para arreglar lo de la custodia, la cual su madre le sedería por voluntad propia. Mientras yo aprovecharía esos días para supervisar las empresas que tengo aquí en la ciudad. Y también usaría todo esto de pretexto para estar sola, lejos de Adrián, necesitaba pensar y analizar esas sensaciones que experimentaba mi cuerpo cuando estaba con él o simplemente cuando le pensaba. Me di un baño y me recosté un