Narra Alexandre Me encanta contemplar su rostro cuando la hago mía. Las expresiones que muestran el placer que lo doy me fascina. Es una mujer única. Nunca había disfrutado tanto del sexo como lo hago con ella, desde ya hacía varias semanas que la deseaba. Pensé con seguridad que al estar con ella hasta allí terminaría todo aquel deseo y lujuria que sentía por ella. Pero no fue así, más bien cuando estoy con ella me hace desearla todavía más. De hacerla mía en todo momento. Y qué decir de su presencia, me transmite una calma y una tranquilidad que hacía años no la sentía. Me gusta compartir mi tiempo con ella, me gusta admirarla mientras duerme. Me gusta todo de ella. El saber que era hermana de Candy no me hizo odiarla o aborrecerla. Si bien odié más a Candy al saber el daño que le