Narra Alexandre —Por supuesto que no—respondió al instante. La miré asombrado, y una vez más me confirmaba que ella era diferente a las demás mujeres con las que había estado. —Me alegra saber eso. Pero dime Violette ¿para qué me llamabas anoche? —La organizadora quedó de reunirse hoy por la tarde con nosotros para elegir algunas cosas de la boda. —Muy bien pasaré por ti después de la hora de almuerzo. Asintió y ninguno dijo nada más. El mesero llegó con nuestras órdenes, comimos en silencio, al terminar la lleve a su empresa. —Nos vemos más tarde—besé sus labios y me devolví al auto. Llegué a mi empresa y subí hasta mi oficina, mi asistente me esperaba un poco impaciente. —Buenos días, Señor Williams—saludó —Buenos días, Señorita —El Señor Peterson lo está esperando en su o