Abordaron el avión a eso de las nueve de la noche del martes, con un poco de nervios por enfrentarse a todo de lo que han huido los últimos años.
Por un lado, Violette a pesar de ser lo que era, una empresaria de éxito tenía temor de ser rechazada una vez más por su familia, porque aún guardaba un poco de esperanza de comenzar de cero con su familia. Estaba dispuesta a olvidar todo y perdonarlos, aunque sea por interés.
Cuando aterrizaron en Madrid ya estaba atardeciendo, el cielo nublado anunciando que se avecinaba una torrente tormenta. Alexandre pasó uno de sus brazos por el hombro de Violette acercándola más a él.
Los paparazzis los interceptaron en la salida del aeropuerto, los reconocieron al instante , aunque no era a ellos precisamente a quienes iban a buscar, sino a un famos
