Mi madre me miraba completamente incrédula por lo que le estaba contando. Hasta ahora yo me había negado a hablar del tema, pero la realidad era que había repasado esa conversación en mi mente cada noche, desde que Vicente tuvo el accidente. - ¿Cuándo tuvieron esa conversación? – preguntó mi madre, abriendo los brazos a los lados, mientras fijaba la mirada en la taza de café - - Antes del último cambio de testamento que hizo conmigo. - O sea que él sí pensó en escribir esa cláusula – lanzó un bufido - ¡No puedo creerlo, pero ahora tiene sentido! Al menos sabemos que tenía un motivo para hacerlo. - Sí, por lo que me explicó, para él era una buena forma de que Isabel pudiera tener todo lo que le corresponde sin tener que enfrentar a Roberto. -