Nos besamos delicadamente… me tomó de la cintura y caminamos lentamente hacia la habitación. Me depositó sobre la cama y se colocó sobre mí, con sus manos debajo de mi espalda, y sin dejar de saborear mi boca con esos labios que me vuelven loca.
Acaricié su espalda por debajo de su camisa, haciendo una suave presión con mis dedos en cada uno de sus músculos hasta sentir sus gemidos en mis oídos. Gemidos que me volvían completamente loca por saber que era capaz de generarlos con tan solo un movimiento, con tan solo una caricia…
- Te amo… (me dijo mirándome a los ojos justo antes de fundir nuestros labios una vez más)
- ¡¡Te amo!! (le dije entregándome por completo a sus besos, otra vez)
Sus manos traspasaron los límites de mi vestido y dulcemente fueron recorrien
