Abro la puerta de la oficina de Alex y entro a su oficina sin importarme que él esté hablando por teléfono y cierro la puerta con muchísima rabia detrás de mí. Es tal el ruido que hace la puerta al cerrarse, que él me mira sorprendido –Te llamo en un momento. — Le dice a quién sea que sea con quien hablaba y termina la llamada. –Amore, ¿Qué sucede?— Pregunta mirándome fijamente. —¡¿Qué sucede?!— Cuestiono apoyando mis manos en el borde de su escritorio e inclinándome hacia el –Sucede que la imbécil de tu ex novia es quien quiere matarme, ¿lo entiendes?— Le explico en lo que es un reclamo. Él se levanta de su silla, camina hacia mí y yo me giro para que quedemos frente a frente —¿Qué? ¿De qué hablas? — Pregunta y no sé si se está haciendo el desentendido o es que realmente no sabe nada.