(Horas despues) No se exactamente cuánto tiempo llevo metida en mi cama, solo se que muero de frio y no hay manta que sea capaz de que esto se me pase. —Señorita Ferrara.— Escucho la voz de Eliza y no tengo ni fuerzas para levantar la vista y verle. —Usted no esta nada bien.— Me dice llevando su mano hacia mi frente —Esta ardiendo en fiebre, un doctor debe revisarla ya mismo.— Me propone y niego. —No, no quiero a ningún doctor.— Murmuro abrazándome aun mas a la almohada con la esperanza de que esta se convierta en mi protección contra este frio. —Lo siento señorita, pero si no llamo a un doctor usted empeorara y yo me meteré en problemas con el señor Alessandro.— Le escucho decir y es lo ultimo que dice ya que creo que se ha salido de la habitación. No tengo cabeza para pensar en absol