Dymitri me ha traído de compras para la fiesta que ha organizado Nina cuando Mark coja la presidencia de la empresa. Mark me ha dado su tarjeta de crédito, pero yo no estoy dispuesta a usarla, así que, me encuentro en una tienda normal de vestidos de fiesta intentando encontrar el adecuado. Me he probado casi todos los vestidos de la maldita tienda y no encuentro ninguno que me convenza. El probre Dymitri me ha visto ya metida en mil cincuenta vestidos y creo que va a mandarme a tomar viento fresco como no me decida pronto. Ni siquiera sé de qué color debería ir, pero ahora llevo un vestido n***o ajustado que tampoco me convence. Suspiro pesadamente y pongo los dedos en el puente de mi nariz porque esto es malditamente difícil. ¿No puedo quedarme en casa? Odio con toda mi vida las fies

