ALEX —¿Podemos hablar de lo que pasó ayer? Subo el volumen de la música y no levanto la cabeza del libro. No quiero hablar con Denver. Ni con él ni con nadie. Si he llegado y me he encerrado aquí es por algo. —Fuera. —Alex... —He dicho que fuera, Denver, no me jodas ahora. No me hace ni puto caso. Cierra la puerta y se hunde en el puff de cuero que tengo echado a un lado de la máquina recreativa. Decido ignorarlo y seguir a lo mío. —No has bajado a comer. ¿No quieres ver a mamá? Ver a mi madre me la suda. Me la he encontrado cuando he llegado y ha sido como si nada. No me extraña que no se acuerde de lo que pasó. —¿O es por Maya? ¿Porque se ha ido y no vuelve hasta dentro de meses? Joder. Le falta darme una patada en las pelotas para terminar de joderme el día. Ya sé que Maya no