Rafa - ¿Lo qué? (con los ojos como platos, mirando el móvil… por suerte ya había apagado el motor del coche)
Veronique – Que iré la próxima… (La interrumpí)
Rafa – Si, si… ¡eso lo escuché! Lo otro, madre… lo otro que has dicho… (Seguía sin ser capaz de pestañear y no podía dejar de pensar en cómo se lo iba a comunicar a ella)
Y es que había escuchado perfectamente. Pero no tenía idea si “conocer a la suegra” le resultaría un buen plan, o si contarle el detalle arruinaría una noche como la que íbamos a tener y en la que quería hacer que todo fuera tan especial para ella como ella había hecho con mi mañana al confesarme que sentía que se estaba enamorando de mi.
Así que tras la conversación con mi madre y de entrar a hacer la reserva, me puse a pensar muy bien cómo podría explicárs
