Leti – Pero… ¿qué estás diciendo? (lo interrumpí sonriendo) ¡El cansancio te está haciendo daño! (haciendo unos gestos con las manos) Vete a dormir, Fabrizio, por favor… Fabri - ¿Por qué? (tomándome delicadamente de los brazos) ¿Nunca te has puesto a pensar en eso? ¿No hay ni una sola posibilidad? Leti - ¡Claro que no, Fabri! (sonreí, mientras hacía una mueca como de estar diciendo algo obvio) Fabri – Pero, Leti… (Lo interrumpí) Leti - ¡Vete a dormir! (mirándolo fija y seriamente) ¡Por favor! Y deja de hacerte daño a ti mismo… sigues atado a lo que crees que pudo ser pero no fue, ni sabes siquiera si habría podido ser de la manera que querías o que te habías imaginado… Yo lo he superado y soy feliz, de verdad. ¡Intenta buscar la manera de serlo tú también! Fabri – Yo era feliz contig