Al cabo de unos días, aparte de oficiar como mi chofer y trasladarme a todas partes, le daba poco y nada de tareas para que me colaborara, más para poder recrear mi vista sin quedar en evidencia que porque realmente lo necesitara pues siempre me las había arreglado yo sola. Se podría decir que la relación había mejorado, pero solo en las mañanas…
Por alguna increíble incongruencia del destino disfrutaba muchísimo de su compañía camino al trabajo y también en la oficina, de sus charlas sobre literalmente cualquier tema, pues es una persona muy parecida a mí en muchos sentidos. Es súper culto y muy curioso, todo pregunta y todo busca investigar el por qué hasta entenderlo y eso es algo que realmente me fascina porque es también lo que yo hago… en fin… el caso es que disfrutaba hasta de que
