La condujo por un pasillo largo, el lugar no era muy diferente de la opulencia de lo que había visto en el piso inferior, pero en ese lugar nadie se le acercó, a pesar de que Julián era un hombre respetado, también gozaba de tener enemigos, pero ni siquiera noto su presencia, lo que más le interesaba era llevar a Camila a su oficina.
Al dar vuelta por el pasillo, caminaron un par de metros más hasta que finalmente Julián se detuvo frente a un par de puertas negras. Camila alzo la mirada y observo que habia una placa con el nombre de Julián en letras plateadas.
Abrió la puerta y la invito a pasar, ahí había una pequeña recepción donde su secretaria, Gloria, recibía a las citas pendientes del diputado, como organizaciones de ayuda humanitaria, empresarios corruptos que buscaban su ayuda p
