Al día siguiente: 21 de junio
El sol se asoma por el gran ventanal que hay frente a esta cama y a pesar de que el paisaje de la playa es deslumbrante, yo no puedo dejar de verla a ella. Amo la manera que su cabello desordenadamente por su espalda, los lunares que tiene y que me tientan a acariciarlos, esa línea que de dibuja en su espalda y llega justo a la gloria… «Es perfecta» Me digo por dentro y de pronto ella gira su rostro para verme.
—Buenos días— Me saluda.
—Buenos días, esposa ¿Cómo has dormido?— Le pregunto y ríe bajito.
—Muy bien, pero definitivamente lo que no dormí ha estado mejor— Responde y asiento.
—Estoy de acuerdo, las horas sin dormir contigo saben a gloria— Afirmo y me acerco a sus labios para darle un corto beso y acomodar su cabello.
Ella deja de verme por un mo
