El rey Isaac se rio ante la amenaza de aquel hombre, que por su aspecto y por la seguridad con la que hablaba debía de ser el general que estaba liderando aquel ejército, una risa brutal, que sonó como una amenaza.
— ¿Que me rinda?, vaya estupidez mas grande la que has soltado.
— ¿Acaso no te importa lo que le pase a tus hijas?
— Se que estarán bien, pero hare que te arrepientas por haber hecho que mis niñas tengan que ensuciar sus manos con la basura que
debiste haber enviado, creeme, no saldrás victorioso.
Tras decir eso, el rey Isaac lanzó un ataque, que eran como cuchillas afiladas volando por todas partes, las cuales acabaron con las primeras filas del ejército enemigo.
Aquel hombre tembló de miedo, si hubiera querido, el rey Isaac podría haber acabado con él, lo había esquiva
