Dos días después: 13 de septiembre Nunca imagine que me sentiría así después de enterarme de la muerte de Latchan. Ni siquiera sé porque me causa tristeza cuando debería sentirme aliviada de que ya no hará daño a nadie más incluyendo a mi hija. Tal vez este mundo de contradicciones que llevo dentro se deba a que me llamaron de la cárcel para decirme que él había dejado algo para mí. No me sentía preparada para venir aquí y enfrentar esta situación, pero como siempre, Mykel me da las fuerzas que necesito. Este cuarto es frio, oscuro, y contiene una energía que difícilmente se puede ignorar. —Señora Schulte, muchas gracias por venir —habla el director de la cárcel al entrar al cuarto de visitas. —De nada, la verdad es que no sé que hacer ni decir en esta situación —admito y su expresión