Al día siguiente: 20 de julio Me levanto de la cama al escuchar el llanto de Malí y al llegar a su cuna la tomo en brazos. —Hola mi niña, ¿Cómo has dormido? —le pregunto besando su frente y me acerco al cambiador para cambiarle el pañal—. Espero que mejor que yo —continuo y ella solo me hace gestos que me hacen sonreír. —Blah… blah… blah… —escucho y sé que a su manera me está diciendo muchas cosas. —Sabes, la otra noche no pude pegar ojo por lo del video y eso, pero ahora todo es distinto… fue él quien me quito el sueño —confieso como si ella pudiese entender todo lo que le estoy diciendo—. No sabes todo lo que me hizo sentir… ha sido algo maravilloso, y no tienes idea de cuanto hubiese dado porque tu padre fuera él y que te hubiese concebido con amor —continuo y un sonido me hace vol