-¿Que? – la mujer preguntó, anonadada por lo que estaba escuchando, incluso durante algunos segundos sintió que aquello no era más que producto de su imaginación y de sus sueños. -Como lo ha escuchado, señorita Alcott, su padre acaba de reaccionar del coma, necesitamos que usted se acerque al hospital para que pueda autorizar algunos otros procedimientos médicos – dijo el hombre a través del teléfono. Los ojos de Georgia se llenaron de lágrimas, al tiempo en que intentaba incorporarse en la cama. -Por supuesto, estaré ahí tan pronto como me sea posible – aseveró, colgando al teléfono. Durante algunos segundos Georgia se quedó atónita, estaba muy feliz por aquella noticia, tambien se encontraba aliviada, justo ahí, lo único que ella quería hacer era correr a los brazos de su padre y

