Leandro caminaba apresurado junto a su esposa por el aeropuerto. Recién se enteraba que sus hijos estaban llegando a Italia, eso había encendido todas sus alarmas, pues temía que hubiese sucedido lo que había supuesto del matrimonio de su hija. -¿Dónde están? -preguntó cuando se encontró a Adriano. -Están por allá -señaló una cafetería. Leandro asintió, tomó asiento junto a su esposa para esperar a sus hijos. -¿Qué habrá sucedido? -preguntó Anna preocupada. -No lo sé, pero no creo que haya sido algo bueno. Ya sabes cómo son nuestros niños -rió con nerviosismo. -¿Crees que tuvo problemas con Andrew? Tengo un presentimiento de que fue eso lo que sucedió. -Probablemente eso fue lo que sucedió, mi amor. -respondió él mirando con inquietud la cafetería. El corazón se le detuvo por