(Narra Cordelia) ― Anton, ven aquí. ― Lo llamé para que se acercará al puesto ambulante que había llegado a Liberty. El día anterior una familia de viajeros llegó al pueblo, traían carretas repletas de cosas interesantes e instalaron grandes carpas en un área apartada del centro, y a la mañana siguiente colocaron una gran tienda, que constaba de cuatros mesas y una pequeña tienda de tela purpura. ― Mira esto. ― Tomé entre mis dedos el objeto y se lo mostré. Él tenía las manos en los bolsillos y se acercó dudoso hasta mí, le ofrecí el objeto brillante y él se quedó quieto. Entonces le saqué una mano del bolsillo para que tomará ese gran círculo pesado y plano. El roce de nuestras manos debió producir en él, el mismo efecto que en mí. Sentí una corriente eléctrica recorrer mis dedos, y algo

