Cuando Eren entró a la biblioteca, se sorprendió al ver a Lissana, pensó que ella lo evitaría, como cuando había confesado sus sentimientos por ella.
Él aclaró su garganta para llamar su atención, pero ella no se movió, al acercarse se dio cuenta que ella dormía. Eso lo preocupó, él sabía que ella perdía el control de su poder.
Él puso su mano sobre su hombro para despertarla, ella se veía hermosa, pero pudo ver las sombras oscuras bajo sus ojos. No estaba durmiendo bien.
— Lissana.
Él pronunció su nombre mientras movía su hombro, pero ella no despertó.
— Supongo que tendré que llevarla a la torre.
Eren se quedó mirando el rostro de Lissana por un momento y entendió el impulso de Lissana por besarlo. Él se inclinó, sus suaves labios se unieron a los de ella, un beso que no fue más qu
