Lissana se quedó mirando a Eren, en esos momentos lo que ella menos quería era estar separada de él. Ella se detuvo de golpe y le dijo. — No tienes que disculparte por eso. — Rompí con la promesa que te hice, claro que tengo que disculparme, yo no quiero confundirte. Lissana iba a responder, cuando apareció Uzziel de repente. — Me dirigía a entrenar cuando los vi, pensé que mi vista me estaba jugando una mala pasada, pero veo que no es así. — Hola. Saludo Eren con poco interés. — ¿Qué haces aquí?, ¿Te escapaste? — Claro que no, la reina me permito venir. — Jamás pensé que escucharía eso. Eren se encogió de hombros, como si afirmará lo que Uzziel acababa de decir. — Eren encontró una entrada para llegar al reino de las hadas. — Aunque ya no es necesaria mi ayuda, vosotros ya lo