Capítulo 8
530 Palabras
(...)
Después de despedirme de mi mejor amiga, volví al apartamento a cambiarme de ropa, para salir con Matt.
La verdad no me ilusiona mucho salir con él, pero de alguna forma siento que estoy en deuda, realmente no sé qué hubiese ocurrido si Matt no hubiese llegado.
Fue lindo ver que se preocupara o que fingiera preocupación.
Llegando a la cancha era imposible no ver a Matt, él se encuentra acostado sobre una cobija junto a una canasta de picnic ¿a quién se le ocurre un picnic en una cancha de fútbol Americano a estas horas? Oh claro, a Matt.
El verlo tan tierno sentado en medio del césped de la cancha me da un poco de ternura, si esto hace con todas ya entiendo porque están tan locas por él.
-Por fin llegas, te estaba esperando - Matt se levanta de donde hace un momento estaba sentado.
-Lo siento, se me hizo un poco tarde -conteste.
-¿Te gusta? -sonrió.
Sí que sabe actuar el chico, un poco más y me la creo.
-Claro, es muy original -sonreí.
-Espero que te guste el jugo de naranja, la nutella y las fresas-
-Si ¿por? -
-Me alegro, ¿quieres?-preguntó sacando las cosas de la canasta.
Se ha ganado un punto conmigo, la nutella y fresas son una de mis debilidades.
-Claro - contesté sentándome a su lado.
Comenzamos a comer y charlar.
-¿Es muy difícil jugar futbol Americano? -pregunté.
-No lo es, no para mí, si quieres te enseño - se levantó y extendió su mano en mi dirección.
-¿En serio? –dude observando su mano frente a mí.
-¿La gran Kylie capitana del equipo de soccer, veterana de guerra y espartana, tiene miedo?-se burló
KYLIE JAMÁS TIENE MIEDO.
-Oh no, no lo dijiste- rechacé su intención de Ayudarme a levantarme y me levante yo sola.
-Intenta derribarme –
Con gusto.
-¿Y eso en que me ayudará?-
-Yo soy tu sexy profesor, tu solo haces lo que te diga ¿Okey?- habló con tono de autoridad.
Reí
-Sí capitán- fingí ser un soldado, a lo que él solo rió.
-Bueno, inténtalo-
Di unos 6 pasos para atrás, según yo para agarrar impulso y corrí en su dirección para intentar votarlo pero en lugar de eso tropecé y caí sobre él.
Esto es tan cliché, lo próximo es que nos besemos y en cinco días nos casamos en Hawai, nunca debí de haber aceptado venir.
Nuestras respiraciones se mezclan por nuestra cercanía, de alguna forma me paralice, algo me está pasando ¿Por qué aún sigo acá sobre él? ¿Por qué no me aparto? mis ojos se encontraron con los suyos nos mantuvimos así por unos segundos y luego su mirada bajó a mis labios.
Un sonido me sacó de mi trance y unas gotas de agua comenzaron a caer sobre nosotros empapándonos.
Alejé mi mirada de sus ojos y me acosté a su lado en señal de cansancio dejando salir un suspiro.
Los rociadores que ponen en la cancha para mantener el césped bonito, me habían salvado de hacer una estupidez.
-¿Quieres regresar?-preguntó
-Sí- respondí
- Autor
