Unos cuantos minutos después llegamos a un lugar que parecía un parque pero en él no se encontraba nadie más que Kail y yo. -Siempre amé venir acá, sobre todo cuando mis padres discutían-. Kail se sentó bajo un árbol observando un pequeño lago que se encuentra frente a nosotros. Imité su acción y me senté junto a él.- Es un hermoso lugar-.dije. -Nunca había traído a nadie a mi lugar secreto- Su mirada se encuentra fija en el lago como si físicamente él se encontrará acá, pero su mente no. -Entonces supongo que soy la afortunada- reí. Kail sonrió de lado y quitó su mirada del lago para mirarme.- Supongo que si- Me quedé en silencio disfrutando de su cercanía, de sus hermosos ojos que me miran de una forma especial y hermosa, pero todo momento mágico siempre tiene que