Natalie Cuando me permitió volver a tocar el suelo, nos encontrábamos lejos de todos, ya en medio de los preciosos jardines que le daban su fama aquel lugar. Era un camino rodeado de fuentes y arbustos, así como un montón de flores de varios colores que decoraban aquel lugar como una preciosa pintura. En el fondo, y rodeando aquel camino, había varios árboles. No sabía en qué parte me encontraba, pero sí tenía claro que mi familia no estaba cerca pues Ethan se veía claramente más relajado que antes… incluso me sonreía. —¿E-En dónde estamos? —pregunté, mirando alrededor. —Nadie vendrá aquí, si es lo que te preocupa —me respondió él, acercándose un poco más a mí, con la clara intención de besarla—. Lamento el secuestro, pero quería que habláramos… y además, tú te veías algo desesperada