Adam Pese a que habían quedado de acuerdo en no ser cariñosos el uno con el otro fuera de sus habitaciones, ninguno de los dos parecía dispuesto a obedecer esa regla. Estaban recostados en el pequeño jardín de la mansión, leyendo cada uno en completa calma y paz, aprovechando la ausencia de la mayoría de la gente. En un momento dado, Ethan sonrió, como si de la nada hubiera recordado algo, se inclinó frente a Natalie y depositó un tierno beso en su boca, provocándole un cálido sonrojo. —Te amo, Naty. —Y yo a ti, Ethan … Volvieron a la lectura, sumidos en completo silencio. No se atrevieron a tomarse de la mano o algo más, pero parecían conformes con estar juntos y en total calma. Simplemente no deseaban mantenerse alejados el uno del otro. Sonreí al verlos juntos. Iba a retarlos