Amber Boh. —Amber, ¿Puedo pasar? —Marta me habla desde la puerta. Me seco las lágrimas antes de voltearme a mirarla y asentir. —¿Qué haces? —Estoy recogiendo mis cosas —contesto tristemente. Trato de sonreír un poco mientras hablo, pero no me sale. —Amber, por favor. No hagas eso, te lo pido por lo que más quieras —Marta me toma del rostro y me obliga a mirarla. —Lissy no va a soportarlo, te necesita. Sé que no tengo derecho alguno de pedirte esto, pero siento que mi niña no va a poder seguir sin ti. —Lo siento, pero no puedo quedarme más tiempo —mis sollozos salen sin control alguno. Nunca me había sentido tan miserable en mi vida, ni siquiera cuando encontré a Thomas con esa mujer. Esto me pilló por sorpresa y me dio un golpe demasiado duro. Ella me abraza y también llora. Nos que